Nació en Guadalupe en 1834, hijo de Manuel Montoya Ugas y Maria Olivos, ambos natural de Lambayeque. Hay que resaltar aquí, que hay quienes creen que Santiago Montoya, al igual que Manuel Banda, nacieron en Lambayeque. Sin embargo las actas de defusión Nº 7 y Nº 8 de la Municipalidad de Guadalupe, nos confirman que fueron guadalupanos. Don Santiago Montoya y Olivos formó un hogar católico con la guadalupana doña Juana Sánchez, y tuvieron un hijo al que llamaron Santiago Montoya Sánchez. Fue Tipógrafo de profesión, y adquirió un día la que fuera la imprenta donde se imprimió la primera edición del diario “El Comercio” de Lima; y el domingo 17 de de octubre de 1877 fundó el diario "El Ferrocarril" de Guadalupe, primero como semanario y luego bisemanario. El Ferrocarril se convertiria a partir de entonces como el "Decano de la prensa del norte peruano"
En 1868, fue elegido como Juez de Paz de 2º, y luego fue empleado de la “Oficina de Correo de Guadalupe”. Al estallar la guerra con Chile, dejó el bisemanario a cargo de su amigo Adolfo Céspedes y se alistó en las filas patriotas, participando en toda la Campaña Sur, hasta las batallas de San Juan y Miraflores, recibiéndose con el grado de capitán. Al terminar la guerra (1883) regresó a Guadalupe para seguir diriguiendo El Ferrocarril.
Durante 39 años vivió entregando todo de si a El Ferrocarril, siendo su director, reportero, redactor e impresor; contando con el apoyo de su inseparable amigo Adolfo Céspedes, a quien le dio el cargo de Editor. Su prestigio había alcanzado más allá de los pueblos norteños, famosos escritores como Ricardo Palma y Antonio Miró Quesada, investigadores como Antonio Raimondi y presidentes como Nicolás de Piérola y Domingo Elias, habían leído El Ferrocarril cuando visitaton Guadalupe.
En junio de 1914, fallece su único hijo (dejando descendientes), víctima de la tuberculosis. El golpe fue tan duro para Santiago, que dos años después, la terrible enfermedad de la dispepsia afecta al corazón de éste genio del periodismo, falleciendo de insuficiencia cardiaca el 08 de abril de 1916. A su muerte, Adolfo Céspedes quiso continuar editando El Ferrocarril, tal como se lo había pedido don Santiago poco antes de fallecer, pero por cosas desconocidas, Adolfo decidió clausurarla el 03 de junio de ese mismo año. Ese mismo años habian desaparecido dos genios del periodismo guadalupano, El Ferrocarril y su creador Don Santiago Montoya.
En memoria a éste genio del periodismo, se ha decidido aperturar nuevamente el funcionamiento de El Ferrocarril, sueño que don Santiago mantuvo hasta el lecho de su muerte. El Ferrocarril cumplirá 133 años de vida, de historia, y Dios quisiera que la Municipalidad de Guadalupe le tome valor y declare "Patrimonio historico de Guadalupe", tal como Lima lo ha hecho con el diario "El Comercio" y Trujillo con el diario "La Industria".
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